miércoles, 9 de septiembre de 2015

Capitulo 61 "Tú y Nada Más que Tú"

   Estuve en silencio un largo tiempo pensando en que responderle, porque la verdad es que no sabía si estaba bien o mal. Mi estado era algo neutro, ya no sentía tanto el dolor y no había momentos de mucha felicidad.
     Luego de unos minutos decidí contestarle.
Tú: bien
     No pude decirle nada más, porque sabía que proba... ¡No!, Ross y yo teníamos que ser una mala combinación hasta para ser amigos, así debía ser, así estábamos mucho mejor.
     Pasaron minutos, no mucho tiempo cuando escuche los toques de Darwin en la puerta, verdaderamente había pensado que él respetaría mi decisión de "no quiero hablar con nadie" pero no fue así, Darwin entró a la habitación después de que yo le dijera que podía pasar.
Darwin: alguien vino a verte
     De repente mi corazón se acelero.
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Bler: digamos que siempre vuelves al mismo lugar cuando él aparece
Tú: te equivocas, él me conecta con mi pasado, realmente no me está ayudando
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     Al principio lo dude pero luego asentí, respire, me puse de pie y baje por las escaleras. Ahí estaba, con su perfecta sonrisa, esos ojos café, su cabello mojado y traía puesto una camiseta de color negra, un jean rasgado, y un par de zapatillas blancas. De alguna manera verlo me provoco ataque cardiaco, definitivamente todo estaba mal en mí, él era mi ex, el que me engaño y ahora de nuevo estaba ahí.
Ross: hola, me preguntaba si ¿quieres salir un rato?
     Quería decir que no, que él fuera con sus hermanos, su banda y que me dejara vivir en paz pero nada de eso salió por mi boca.
Tú: sí, vamos
     Nada estaba bien coordinado en mí, y eso era un grave problema. Una sonrisa se extendió en su rostro, me gustaba verlo así de feliz porque por algún motivo me traía satisfacción aunque no estaba segura por qué.
Darwin: por favor no llegues tarde
     Asentí, pero no estaba segura de que iba a cumplirlo. Así que en cuanto salimos de la casa él empezó a guiarme hacia algún lugar que yo no conocía.
Ross: la verdad es que te extrañaba
     Cuando sus palabras llegaron a mis oídos, sonaron como algo dulce, se sentía bien volver a caminar a su lado, pasamos por varios árboles, algunos inclinados y otros bien parados.
Tú: yo no tuve mucho tiempo para pensar en ello
Ross: podrías ser más sincera y simplemente decir que no me has extrañado
Tú: es que no es así
     La luna se estaba asomando por el cielo, el paisaje frente a mis ojos se volvía cada vez más hermoso.
Ross: entonces voy a tomar como que me extrañaste
Tú: te dije que no tuve tiempo de pensarlo
Ros: me extrañaste -se detuvo y volteó hacia mí- nada más que no quieres admitirlo
     Negué con la cabeza, quería hacerle entender que estaba pensando todo mal.
Tú: estás equivocado rubio
Ross: tienes razón -asintió- me extrañaste y me quieres
     Él dio un paso hacia mí, sin embargo yo no me aparte, él seguía siendo más alto que yo, y se notaba que no había dejado de ir al gimnasio.
Tú: no es cierto -afirme
Ross: mmm... solo admite que me extrañaste
Tú: no puedo afirmar algo de lo que no estoy segura
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Bler: podías correr
Tú: pero no quería Bler, las cosas en mi mente comenzaron a desacomodarse mucho más cuando él apareció
Bler: consideras a eso ¿bueno?
Tú: no lo sé, no sé lo que necesito ni tampoco lo que es bueno para mí
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Ross: yo sé que estás segura -se acerco un poco más
Tú: no eres yo por lo tanto no lo sabes
     Ross miró a ambos lados y luego su vista volvió a mí.
Ross: ¿está Erich por aquí?
     Yo lo miré algo confundida, ¿por qué quería saberlo?
Tú: no que yo sepa, ¿por qué?
Ross: por algo que quiero hacer
     No pude detenerlo, y luego ya no quise hacerlo porque cuando sus labios estaban sobre los míos no eran como los besos de Erich, era todo lo contario y producía miles de emociones dentro de mí y no podía evitar pensar de que me gustaba.

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