Capitulo 63 "De Vuelta A La Ciudad"

     Estaba segura que Ángel no iba a rendirse, tal vez nunca lo hizo desde que supo que yo era su gemela y seguíamos separadas por la misma vida. Era mi deber encontrarla cuando volviéramos a casa, eso es lo primero que debía hacer.
     Darwin estaba llevando las cosas al auto, mientras que yo solo me detenía a observar más el lugar, estaba inspeccionando que nada mío quedara en la cabaña así que en cuanto lo examine todo me dirigí al auto. Dana y Keyla raramente estaban muy quietas en la parte de atrás sentadas, por lo que me sentí tranquila al sentarme con ellas ahí.
     Así que en cuanto estuvimos todos en el auto, Darwin lo encendió y empezamos a irnos.
     La verdad que con todo lo que me había encontrado en el lugar se me paso por completo los mensajes de Daira, ella me había enviado como unos diez mensajes y yo no había respondido ninguno, sabía que cuando la viera me lo recalcaría una y otra vez como siempre.
     Me quede mirando la ventana pensando y deseando que no me lo volviera a encontrar, no quería que el beso volviera a repetirse y no quería que cambiara de nuevo mi vida justo cuando ya lo estaba olvidando, no era justo para mí que la vida siempre me trajera tanta mala suerte.
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Tú: en cuanto llegue lo primero que hice fue venir aquí
     Bler asintió y volvió a anotar algunas cosas en su cuaderno, mientras tanto yo solo la observaba. Segundos después su mirada volvió a fijarse en la mía, ella esbozo una sonrisa y asintió.
Bler: ya puedes retirarte -hizo una pausa- nos vemos dentro de tres días
     Asentí, me levanté del asiento y en cuanto salí de aquella sala me encontré con Eich, sabía de algún modo que él iba a estar esperándome porque siempre lo hacía. De repente me sentí culpable por el beso con Ross, él no se merecía esto. Erich se merecía alguien mejor que yo.
Erich: te extrañe -dijo cuando me acerque a él- no te imaginas cuanto
     Su comentario hizo que mi sonrisa apareciera rápidamente.
Tú: tampoco tú -le di un corto beso en los labios- ¿viniste para llevarme a casa?
     Erich asintió frunciendo los labios, sabía que él no quería hacer eso. Necesitábamos estar aunque sea unos minutos solos pero Darwin no estaba de acuerdo, y la verdad es que no lo comprendía, decía que vivía encerrada pero tampoco me dejaba salir con Erich por lo que determine que ese era uno de sus pensamientos más ridículos.
Tú: rogare para que nos dejen salir el sábado -sonreí- lo prometo
      Una enorme sonrisa se expandió por su rostro. Realmente lo que necesitaba era olvidarme por completo de Ross y de que ese beso había sucedido, necesitaba olvidarlo de una vez por todas. Mi vida apestaba.
Erich: esperare con ansias el sábado
Tú: ok 
      Minutos después ya estaba en casa, pero no tenía planeado quedarme todo el día ahí como siempre. Por suerte Darwin estaba acomodando las cosas mientras Marisol estaba cocinando por lo tanto ninguno se daría cuenta que yo no estaba en casa. Subí por las escaleras controlando que Dana y Keyla esten en sus respectivas habitaciones para que no me vieran salir así que en cuanto lo hice, agarre mi celular y tecleé un número para luego de entrar en mi habitación encerrada llamarlo.
Daira: por lo menos ahora sé que estás viva
Tú: lamento no haber llamado -susurre- necesito que me hagas un favor
Daira: suena a que vamos a jugar a los detectives
     Ladeé la cabeza.
Tú: algo así -dije con cierta duda- en realidad solo quiero visitar un lugar y necesito que me lleves
Daira: ok -hizo una pausa- tú distraes a papá y yo le saco las llaves ¿trato hecho?, después acostumbrate a su odio
Tú: ok, te veo en unos minutos
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comenten beibis :v

Capitulo 62 "Pánico"

      Lo empuje para que todo esto terminara, no quería estar más confundida de lo que ya estaba, lo odiaba porque seguía amándolo. Esto no debía ser así, todo estaba mal y no sabía que hacer para que mejore.
Ross: soy un idiota -murmuro
      Lo era, pero yo no podía decirle nada, mis manos temblaban, estaba a punto de un ataque de pánico. Intente respirar hondo pero era como si no pudiera respirar.
Ross: ¿___? ¿Estás bien?
     No, no me encontraba bien pero no podía articular palabra alguna para hacérselo saber, de repente las imágenes de todo lo que había vivido empezaron a pasar por mi mente. Empecé a retroceder pensando en que podía hacer para poder escapar, necesitaba respirar lejos de él.
Ross: ¿___? -se acerco dos pasos
    No deje que se me acerque más, di la media vuelta y empecé a correr todo lo más rápido que podía. Estaba intentando salir viva de esta situación en la que me encontraba de hace años, las ramas de los árboles no me impedían pasar, apenas si sentía los pequeños rasguños que dejaban en mi cuerpo. Los pulmones ardían y de repente mi corazón iba a mil por minuto, necesitaba respirar, necesitaba dejar el pasado atrás y si eso incluía dejar a Ross, lo haría.
     No sabía hacía donde me estaba dirigiendo, en el fondo de mis oídos escuchaba la voz de Ross diciendo que me detenga, pero no podía, mi cuerpo no respondía. El miedo estaba al mando y no podía detenerlo.
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Bler: descubriste que lo sigues amando
Tú: no creo que eso sea muy bueno
Bler: arruinarías todo lo que has progresado
     ¿Progresado? miré a Bler confundida, yo no sentía que estaba progresando, todo lo contrario.
Tú: no creo estar progresando muy bien
Bler: tu mente considera que él es la puerta a tus recuerdos ____. No te asustes si lo amas y eh notado que has mejorado un poco en cada charla
     Realmente yo me seguía escuchando igual de loca que siempre
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     Seguía corriendo a pesar de que mis piernas empezaban a decirme que me tome un descanso, pero no podía parar. Mi respiración agitada, mis pulmones ardían y no podía parar de pensar en todo. Necesitaba parar, todo tenía que detenerse de una vez por todas.
     Fue entonces cuando me detuve en seco, no supe exactamente ya que lo único que pude distinguir fue una fuerte luz segándome los ojos, no podía moverme. Escuché el sonido de una bocina y lo próximo que sentí fue que alguien se arrojo sobre mí haciendo que ambos cayéramos al otro lado de la calle evitando que el auto me hubiera pasado por encima.
     Ross: ¡____! ¿qué es lo que sucede contigo? -escuché su voz molesta
     Eleve un poco mi cabeza pero esta me daba vueltas así que la volví a acostar sobre el fresco césped.
Tú: tenias que dejarme morir -murmure
     Sentía de repente que la que estaba hablando no era yo, sonaba tan deprimida que ni siquiera y podía creerlo. Quise levantarme del suelo pero no pude, todo mi cuerpo estaba temblando, sentía frío y no podía moverme. Ross acerco su rostro hacía el mío, no podía distinguir nada con tanta oscuridad y cansancio.
Ross: eso jamás -susurro
     **
     Desperté en mi habitación, fui levantándome lentamente y ahí comprobé que sentía que la cabeza de pronto iba a caerse de tanto que me dolía.
Marisol: buenos días princesa -dijo con una gran sonrisa y entró con una bandeja donde tenía el desayune- ¿hambre?
Tú: no te imaginas -lo dije con cierta molestia ya que el dolor me partía la cabeza
Marisol: oye cariño, recibí una llamada de una tal Angélica
     Angélica... Aquel nombre retumbo en toda mi cabeza.
Marisol: ¿la conoces?
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Hey babys e.e , gracias por los comentarios :D , sigan haciéndolo y por favor -.- no lectoras fantasmas, aunque las amo igual C:
besos mis amores

Capitulo 61 "Tú y Nada Más que Tú"

   Estuve en silencio un largo tiempo pensando en que responderle, porque la verdad es que no sabía si estaba bien o mal. Mi estado era algo neutro, ya no sentía tanto el dolor y no había momentos de mucha felicidad.
     Luego de unos minutos decidí contestarle.
Tú: bien
     No pude decirle nada más, porque sabía que proba... ¡No!, Ross y yo teníamos que ser una mala combinación hasta para ser amigos, así debía ser, así estábamos mucho mejor.
     Pasaron minutos, no mucho tiempo cuando escuche los toques de Darwin en la puerta, verdaderamente había pensado que él respetaría mi decisión de "no quiero hablar con nadie" pero no fue así, Darwin entró a la habitación después de que yo le dijera que podía pasar.
Darwin: alguien vino a verte
     De repente mi corazón se acelero.
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Bler: digamos que siempre vuelves al mismo lugar cuando él aparece
Tú: te equivocas, él me conecta con mi pasado, realmente no me está ayudando
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     Al principio lo dude pero luego asentí, respire, me puse de pie y baje por las escaleras. Ahí estaba, con su perfecta sonrisa, esos ojos café, su cabello mojado y traía puesto una camiseta de color negra, un jean rasgado, y un par de zapatillas blancas. De alguna manera verlo me provoco ataque cardiaco, definitivamente todo estaba mal en mí, él era mi ex, el que me engaño y ahora de nuevo estaba ahí.
Ross: hola, me preguntaba si ¿quieres salir un rato?
     Quería decir que no, que él fuera con sus hermanos, su banda y que me dejara vivir en paz pero nada de eso salió por mi boca.
Tú: sí, vamos
     Nada estaba bien coordinado en mí, y eso era un grave problema. Una sonrisa se extendió en su rostro, me gustaba verlo así de feliz porque por algún motivo me traía satisfacción aunque no estaba segura por qué.
Darwin: por favor no llegues tarde
     Asentí, pero no estaba segura de que iba a cumplirlo. Así que en cuanto salimos de la casa él empezó a guiarme hacia algún lugar que yo no conocía.
Ross: la verdad es que te extrañaba
     Cuando sus palabras llegaron a mis oídos, sonaron como algo dulce, se sentía bien volver a caminar a su lado, pasamos por varios árboles, algunos inclinados y otros bien parados.
Tú: yo no tuve mucho tiempo para pensar en ello
Ross: podrías ser más sincera y simplemente decir que no me has extrañado
Tú: es que no es así
     La luna se estaba asomando por el cielo, el paisaje frente a mis ojos se volvía cada vez más hermoso.
Ross: entonces voy a tomar como que me extrañaste
Tú: te dije que no tuve tiempo de pensarlo
Ros: me extrañaste -se detuvo y volteó hacia mí- nada más que no quieres admitirlo
     Negué con la cabeza, quería hacerle entender que estaba pensando todo mal.
Tú: estás equivocado rubio
Ross: tienes razón -asintió- me extrañaste y me quieres
     Él dio un paso hacia mí, sin embargo yo no me aparte, él seguía siendo más alto que yo, y se notaba que no había dejado de ir al gimnasio.
Tú: no es cierto -afirme
Ross: mmm... solo admite que me extrañaste
Tú: no puedo afirmar algo de lo que no estoy segura
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Bler: podías correr
Tú: pero no quería Bler, las cosas en mi mente comenzaron a desacomodarse mucho más cuando él apareció
Bler: consideras a eso ¿bueno?
Tú: no lo sé, no sé lo que necesito ni tampoco lo que es bueno para mí
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Ross: yo sé que estás segura -se acerco un poco más
Tú: no eres yo por lo tanto no lo sabes
     Ross miró a ambos lados y luego su vista volvió a mí.
Ross: ¿está Erich por aquí?
     Yo lo miré algo confundida, ¿por qué quería saberlo?
Tú: no que yo sepa, ¿por qué?
Ross: por algo que quiero hacer
     No pude detenerlo, y luego ya no quise hacerlo porque cuando sus labios estaban sobre los míos no eran como los besos de Erich, era todo lo contario y producía miles de emociones dentro de mí y no podía evitar pensar de que me gustaba.

Capitulo 60 "¿Cómo Estás?"

    Luego de varios días de estar en el hospital, volví a casa, no pude volver a ver a Ross durante los siguientes días y no es que yo quisiera verlo, no se trataba de nada de eso,  solo que cuando apareció Erich las cosas con él habían cambiado un poco ya que al día siguiente no lo había vuelto a ver. Pensé en ir a buscar su casa pero luego deshice la idea al recordar que ya tenía muchos problemas por los cuales preocuparme como para agregarme otro más. Al salir de mi habitación me encontré con que solo estaba Darwin.


Darwin: ¿quieres ir a caminar?


     No sabía como responder a eso ya que no quería encontrarme con Ross, no iba a ser un muy buen encuentro así que me límite a negar con la cabeza, las cosas en mí no habían cambiado para nada, todavía era esa misma niña asustada por el mundo.


Darwin: Erich dijo que vendría a visitarte unos días más tarde


     Realmente pensaba que me estaba ahogando en todo esto, no sabía como manejar esta situación, mis pensamientos no eran para nada de una persona muy normal, quise decirle a Darwin que llamara a Erich y le dijera que no necesitaba verlo por el momento, pero él dejaría en claro que yo estaba loca ya que días antes hubiera deseado hasta ir al baño con él pero ahora las cosas iban cambiando un poco.


Darwin: si no quieres verlo, solo dímelo y se lo haré saber
   
     Negué con la cabeza


Tú: si quiero verlo -mentí
    
     Pasaron varias horas en las que Darwin no me dirigió palabra , ni yo a él.
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Bler: ¿crees que eso va a ayudarte a mejorar?
Tú: yo solo -hice una pausa- no puedo, por más que lo intento ya no soy la misma de antes y me cuesta dirigirme a las personas con respuestas que alarguen la conversación
Bler asintió
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     Miraba el techo de mi habitación aun sorprendida por a tal punto que había llegado esta depresión, odiaba a las personas que habían arruinado mi vida por completo y extrañaba a las personas que todo esto hacia que valga la pena, fue entonces cuando mi celular vibro, lo saque de mi jean y pude ver un mensaje con un número desconocido, pero yo sabía que era él de nuevo irrumpiendo en mi vida, porque de eso se trataba.


     "Hola ¿cómo estás?"
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Perdonen por haberla dejado, la voy a terminar y espero que la sigan leyendo (/w\) lo siento